Es posible que te atraiga una persona, incluso de otro género, de manera romántica, pero no sexual. Se trata de una conexión emocional intensa, no exenta de ciertos desafíos relacionales que pasamos a describirte en el siguiente artículo.
El universo del afecto es poliédrico, inmenso y lleno de maravillosos matices. Tanto es así que nuestra capacidad para sentirnos atraídos románticamente por los demás puede diferir, incluso, de la propia orientación sexual. Ejemplo de ello es ser «biromántico», es decir, sentir afecto y atracción emocional por personas de múltiples géneros: heterosexuales, homosexuales, bisexuales, no binarios.
Esto nos abre otra narrativa psicoafectiva, en la cual la atracción excluye la variable del deseo sexual. Pero no por ello los sentimientos son menos profundos, enriquecedores y auténticos.
Algo así, como bien podemos deducir, ocasiona más de un desafío personal y malentendido relacional. Profundicemos un poco en este tema, para aclarar conceptos y ofrecer estrategias.
Tener conexiones emocionales íntimas por alguien, pero sin sentir atracción sexual, es un fenómeno recurrente entre la población y también turbador en ocasiones.
Ser «biromántico»: qué es y cuáles son sus características
El «biromanticismo» es un término nuevo que define un comportamiento psicoafectivo que siempre ha existido en el campo de las relaciones humanas. No obstante, tener este tipo de etiquetas nos permite dar nombre a una característica con la que numerosas personas se sienten identificadas. De hecho, es común que muchos usuarios hagan búsquedas en Internet sobre este concepto.
Ser «biromántico» consiste en sentir una conexión emocional muy intensa por alguien, sin importar su género y sin experimentar deseo sexual. ¿Es esto posible? Si hay una idea tradicional y a menudo sesgada, es asumir que atracción romántica y deseo sexual siempre van de la mano.
Pero la literatura científica nos clarifica cada vez más esta distinción y la posibilidad de experimentar tales ámbitos de manera separada.
Un estudio publicado en Psychological Science destaca que el amor romántico y el deseo sexual son vivencias diferentes que evidencian sustratos neurobiológicos distintos. No hay nada como la neurociencia para darnos luz en un universo tan complejo como son las relaciones afectivas y sexoafectivas. Veamos, a continuación, cuáles son las señales de que alguien es «biromántico».
1. Te gusta alguien, pero no de modo sexual
Una persona «biromántica» siente una intensa atracción por alguien, pero no experimenta deseo sexual por esa figura. El vínculo es solo mental, emocional y afectivo; sin importar el género. Esto hace que uno tenga su propia identidad sexual definida y, en ocasiones, experimente esa cercanía especial y arrebatadora hacia otros de diferente género e inclinación sexual.
2. Hay afinidad emocional intensa, pero no física
Los «birománticos» tienen la capacidad de ver lo más hermoso del ser humano; más allá del sexo y el género. Por lo general, se construyen relaciones donde la afinidad emocional e intelectual es muy intensa. Hay una sintonía en valores, en gustos y pasiones y, aunque no se llegue al terreno de lo físico; también hay una admiración por la apariencia de la otra persona.
Al no existir esa atracción sexual, son lazos dominados por la serotonina y, sobre todo, por la oxitocina. Trabajos como los realizados en la Universidad de Waseda, en Japón, refieren que esta hormona promueve esa conexión social y emocional tan relevante en el ser humano.
Las relaciones basadas en el biromanticismo están dominadas sobre todo por la oxitocina y no tanto por esos neurotransmisores que median en el deseo sexual.
3. Tus fantasías con esas personas no llegan a lo sexual
Como «biromántico» fantaseas con esa persona que te atrae. No obstante, esos sueños no llegan al plano físico o sexual; son escenas dominadas por la compañía, por la complicidad, el cariño y el cuidado mutuo. Es un amor con base en la admiración, en una conexión profunda que trasciende lo físico.
4. A menudo te planteas tener más de una relación
Sabes que muchas personas de tu entorno no lo entenderían. Sin embargo, a veces te planteas la posibilidad de abrirte al poliamor. Piensas que sería muy enriquecedor tener esa pareja con la que hay una sintonía afectiva y sexual y, además, a esa persona que te atrae solo de manera romántica.
5. Si tienes pareja, los sentimientos por esta no cambian
Este es quizá el aspecto más controvertido y problemático. Ser «biromántico» puede hacer que tengas tu pareja, pero sientas atracción romántica por otras personas. A pesar de ello, los sentimientos de amor y deseo sexual por el hombre o la mujer con quien compartes vida y proyectos, no varían. Son sólidos y auténticos.
Puede que te veas en situaciones en las cuales, tu compañero/a exprese su incomodidad, recelo e incluso celos por tu orientación romántica. Es posible que lo procese como una amenaza al propio vínculo.
6. A veces te sientes perdido o confuso
Un efecto común del «biromanticismo» es que dudes de tu identidad sexual. Esto puede hacer que, durante muchas veces, a lo largo de tu vida, surjan sentimientos de confusión, de intimidación y hasta de vergüenza. Es frecuente que en más de una ocasión te hicieras preguntas como las siguientes:
- «¿Esto que siento es amor de verdad?».
- «¿Por qué me gusta esta persona, pero no la deseo de modo sexual?».
- «¿Si tengo estos sentimientos por alguien de mi mismo sexo significa que me define otra orientación sexual?».
Clarificar la propia identidad sexual puede no ser sencillo para algunas personas. Indagaciones como las publicadas en la revista Frontiers in Psychology comentan, por ejemplo, que las minorías sexuales como los colectivos queer, pansexual y LGTB+ todavía arrastran consigo numerosos estigmas.
Identificarse como «biromántico» también forma parte de ese autodescubrimiento; comprenderlo y aceptarlo quizás conlleva alguna dificultad.
7. Te ha costado mucho saber qué es ser biromántico
Has dedicado horas de búsqueda en Internet y en foros especializados. No conocías este término, pero intuías que más personas podían sentir esta orientación romántica. Al final, cuando logras identificarte y aclarar este patrón, sientes alivio, pero también curiosidad. Lo que más deseas ahora es conocer a otros «birománticos» en los que apoyarte.
Ser «biromántico» implica realizar un profundo viaje de autoconocimiento y autoaceptación.
Ser biromántico: consejos generales para tener relaciones de calidad
La afectividad dispone de muchas formas y lenguajes. Tener presente que la orientación romántica de una persona no coincida con la sexual, también es necesario. Nos permite entender, una vez más, la complejidad de los mecanismos de la atracción y cómo la variable del sexo no tiene por qué estar presente.
Ahora bien, es evidente que el «biromanticismo» no es fácil, hasta el punto de que más de uno opta por esconder y reprimir esta tendencia; con el sufrimiento que puede conllevar. También es frecuente que no sea simple mantener una relación sexoafectiva, mientras hay, de forma paralela, un vínculo «biromántico». ¿Qué hacer en estas situaciones? Lo analizamos enseguida.
- Para tener relaciones saludables y felices es necesario consensuar límites y acuerdos.
- Entender que muchas de tus parejas no comprenderán qué es ser «biromántico».
- Ten presente que tu vida se definirá por relaciones sexoafectivas y relaciones románticas no sexuales.
- Celebra sin miedo tu orientación romántica creciendo en pareja, asumiendo desafíos en común y respetando necesidades mutuas.
- Toma contacto con grupos de «birománticos», organizaciones y colectivos en línea a través de los cuales aprender, despejar dudas, apagar miedos e inseguridades.
- Es importante que informes siempre a tus posibles parejas (románticas o sexoafectivas) que eres «biromántico» y lo que implica.
- La comunicación sincera será esa piedra angular que define cada una de tus relaciones. Estudios como los publicados en Frontiers in Psychology precisan que todo vínculo positivo y enriquecedor parte siempre de esta dimensión.
La autoaceptación y el «biromanticismo»
Tu orientación romántica no puede esconderse ni reprimirse, por ello, debes conjugar el autoconocimiento con la autoaceptación. Ese será siempre el mejor punto de partida.
Para concluir, las orientaciones románticas y sexuales son muy personales y pueden variar entre nosotros. Respetémoslas y conozcámonos mejor. A veces, las etiquetas como «biromántico» nos permiten dar nombre a lo que sentimos y, como tal, siempre son necesarias y bienvenidas.