El valor de emprender el viaje interior

¿Te has planteado alguna vez hacer un viaje interior? Suele decirse que las mejores cosas no cuestan dinero. Es cierto que viajar nos aporta experiencia y una forma de abrirse al mundo, de conocer culturas. Pero en muchas ocasiones hacemos las maletas para escapar. Comprar un billete, una semana de hotel, un circuito turístico… pagamos para huir, descansar y alejarnos de lo que somos y de nuestras obligaciones.

Es lo que  a veces se llama “cultura de la evasión”. Escapar momentáneamente de lo que somos y de nuestros problemas sociales. Y en ocasiones ni tan solo nos hace falta sacar un billete a otro escenario para evadirnos, lo hacemos a menudo a través de la televisión, de las redes sociales… desconectar para descansar.

No es algo malo, en absoluto. Pero de vez en cuando, estaría bien practicar también otro tipo de viajes. Como un viaje interior. Te invitamos a ello…

El viaje interior o introvertido

¿Qué es un viaje introvertido? Extraño nombre para una aventura interesante. No hace falta desplazarse a un lugar físico. No necesitas maletas ni ningún vendedor de humo prometiéndote escenarios de ensueño a precios increíbles. Ese viaje a otro lugar es un trayecto hacia lo interno, hacia la introversión.

Te advertimos que es un viaje arriesgado e integrador, donde pueden existir los miedos, donde ahondarás en tus propios mapas. Un terreno psicológico a la vez que espiritual donde adquirir conocimiento de ti mismo. ¿Cuánto tiempo hace que no piensas en ti mismo? Las obligaciones diarias, el trabajo, las personas de nuestro alrededor, esas por quien vivimos, por quien sufrimos y a quien amamos.

Nuestro escenario social y personal es importante, imprescindible. Pero también lo es nuestro microuniverso emocional.

¿Cómo te sientes actualmente? ¿En qué etapa de tu vida te encuentras? ¿Has alcanzado tus aspiraciones, has tocado con tus dedos la forma de tus sueños? ¿Qué necesitas para ser feliz? El viaje interior es un trayecto habitado por preguntas a las que encontrar respuesta. Alcanzar el autoconocimiento no siempre es fácil, requiere tranquilidad y la voluntad por girar la mirada hacia uno mismo.

El mapa interior

El psiquiatra Eric Berne, solía preguntar a sus pacientes: “¿Dónde está tu mente mientras tu cuerpo está aquí?”.

Si tu realidad no se ajusta a lo que sueña tu mente, tal vez debas replantarte algunas cosas en tu vida. Y es que, ahí está el riesgo del viaje interior, nos hace abrir puertas que en ocasiones duelen, nos obliga a recorrer un mapa que no siempre es lineal, sino que está trazado a base de retrocesos y extraños recovecos por descubrir de nosotros mismos.

“Es mucho más importante que te conozcas a ti mismo que darte a conocer a los demás.”

-Séneca-

Pero, ¿cómo podemos acceder a este viaje interior? Te preguntarás. Existen muchos modos, lo más importante es que tengamos voluntad y tiempo por invertir en nosotros mismos. En escucharnos:

  • Observa tu conducta y pregúntate por qué haces determinadas cosas, y por qué no haces otras que tal vez  desees.
  • Practica la introspección y la reflexión personal.
  • Analiza tus fantasías, tus deseos diarios. Plantéate cuáles son tus necesidades.
  • Recuerda tus instantes de felicidad, también tus momentos dolorosos. Pregúntate cómo te sientes ahora.
  • Descansa. Piensa. Medita. Encuentra al menos una hora diaria para ti mismo en silencio, ahonda en ese océano personal en el que siempre vale la pena echar el ancla de vez en cuando.

Valeria Sabater.

Deja una respuesta