Este truco mental te ayudará a que tus vacaciones parezcan más largas, según varios científicos

Los veranos de la infancia eran casi eternos y perdías la cuenta de los días, pero de adulto, las vacaciones pasan de un plumazo. Las esperas durante mucho tiempo y tachas días en el calendario antes de su llegada, pero sorprendentemente, tienes la sensación de que han terminado enseguida. No te ocurre únicamente a ti, sino a la gran mayoría de la gente, y el fenómeno tiene varias explicaciones.

La primera es la más simple: el reloj interno se ralentiza a medida que nos hacemos viejos, provocando que el paso del tiempo parezca más rápido, algo que explicó en un congreso de neurociencia en Washington D.C  el psicólogo Peter Mangan, según New Sciencist.

Por otro lado, ya a finales del siglo XIX el filósofo Paul Janet argumentaba que el tiempo pasa más rápido al hacernos mayores porque el ser humano compara cada año con la totalidad de tiempo vivido. A los 10 años un año es el 10% de tu vida, mientras que a los 50 apenas es el 2,5%.

No obstante, ¿qué sucede con el tema específico de las vacaciones? La percepción subjetiva juega en ellas una mala pasada.



¿Por qué parece que las vacaciones de verano no han durado nada?

Según un reciente artículo publicado en The Conversation, gran parte de la sociedad tiene esta impresión. En un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Rutgers, Toronto, Ohio State o Utah, la mitad de encuestados respondieron que sus viajes de fin de semana parecían terminar justo después de haber comenzado.

Se trata de un sentimiento con efecto dominó que puede modificar la forma de planificar los viajes, haciendo que la persona derroche más o tienda más a la compra compulsiva por la sensación de que el tiempo se agota. También es posible que planifique menos actividades.

Una encuesta de 2019 preguntó a más de 500 personas acerca del Día de Acción de Gracias: cuánto más anhelaban que llegase la fecha más lejos parecía y más cortas les parecían. El fuerte deseo de algo parece reducir su duración para la mente, razón por la que el tiempo vuelva cuando te diviertes o realizas tareas placenteras y agradables.

Una de las conclusiones de este estudio es que la gente tiende a asumir reflexivamente que los eventos divertidos, como las vacaciones, pasarán muy rápido. Y mientras, anhelar algo con fuerza consigue que el tiempo previo a dicho evento parezca alargarse.

El truco lo encontraron en otra investigación, en la que los participantes debían ver dos vídeos, uno considerado divertido y el otro aburrido. Los participantes predijeron que el primero se sentiría más corto y que tardaría más en legar, pero los autores encontraron una manera de superar esta percepción sesgada: centrarse en la duración real.

Dicho de otra manera: en este estudio las personas hablaron directamente sobre cuánto duraría el video divertido, y no la distancia percibida entre su comienzo y su final. En lugar de centrarte en tus sentimientos subjetivos, concéntrate en las medidas objetivas de tiempo y cómo usarlo mejor.

Si bien suena trivial y obvio, a menudo confiamos en nuestros sentimientos subjetivos, no en medidas objetivas de tiempo, al decidir cuánto tiempo se sentirá durante un período de tiempo y cómo usarlo mejor.

Los investigadores recomiendan recordar cuántos días durarán las vacaciones cuando anheles tu próximo viaje, sacar más provecho de la experiencia e incluso centrarse en las horas o minutos concretos.

Andrea Núñez-Torrón Stock

Deja una respuesta