Fractura, cuando realidad no corresponde con la verdad

Fractura es uno de los mejores thrillers psicológicos de los últimos años. La intriga, el misterio y la confusión son sus ingredientes principales.

La mente posee un potencial que puede influir directamente en la vida de las personas, hasta tal punto que llega a incidir en acciones cotidianas o, incluso, en los actos conscientes. Para analizar cuál es la fuerza que llega a ejercer sobre las personas podemos tomar como referencia la película Fractura, cuando en realidad no corresponde con la verdad.

Esta producción de Netflix se consolida como una de las más trascendentales por la controversia que se plantea en la propia historia. Ha recibido críticas de todo tipo, a favor y en contra; de lo que no cabe duda es de que implica al espectador directamente, haciéndole pensar sobre todo lo que está ocurriendo.

Para profundizar en la historia, vamos a realizar una reflexión más precisa desde el punto de vista psicológico.

Fractura, un thriller con suspense, acción y tensión

La historia tiene lugar en Estados Unidos. Una familia va a celebrar acción de gracias con la familia y en medio del viaje para en una estación de servicio. El protagonista, Ray Monroe, interpretado por Sam Worthington, en un momento determinado deja de prestarle atención a su hija; esta cae a un depósito y se rompe el brazo.

Joanne Monroe (la madre), interpretada por Lily Rabe, se percata del accidente y, entre ambos, socorren a la niña. A continuación, la llevan al hospital, lugar donde madre e hija parecen desaparecer, sin que nadie manifieste conocerlas después de haber ingresado.

El filme se clasifica dentro de los thrillers psicológicos que, a grandes rasgos, trata de generar en el espectador un estado de tensión continua, trasladarle la misma inquietud que siente el personaje principal al no saber qué está ocurriendo.

“La mente del hombre es capaz de cualquier cosa”.

-Joseph Conrad-

La realidad no corresponde con la verdad

El protagonista trata de buscar pistas que demuestren que la mujer y la hija ingresaron en urgencias del hospital. De este modo, el espectador puede puede hacer también este proceso:

• La cinta muestra de manera clara cómo madre e hija entran en el hospital, haciendo los trámites necesarios para el ingreso de la pequeña. El padre, al perder el rastro, comienza a buscarlas. De esta manera, se anima al espectador a que se ponga en la piel del protagonista e intente también interpretar los acontecimientos.

• Las propias escenas que aparecen son realistas. Se certifica así que está sucediendo algo cuanto menos extraño; es decir, se sabe que el padre puede tener razón, a pesar de que le tachan de estar desequilibrado y que sea todo una posible conspiración contra él. Se pone a prueba, por tanto, que la psicología es protagonista en el argumento.
• A lo largo de la película, vemos cómo el padre pierde el control en algunos momentos, con conductas que pueden parecer desajustadas para aquellos que no creen o conocen la secuencia de acontecimientos; sin embargo, las escenas durante el desarrollo no lo demuestran, ya que consigue encontrar a la mujer y la hija en una planta baja inaccesible. Es aquí donde se va resolviendo la historia, ya que realmente no las encuentra a ellas, siendo una invención propia que ha creado la mente.

Fractura desafía al espectador para que elija qué de lo que ha visto es cierto y qué es solo una mala pasada de la cabeza del padre; es decir, si todo es una conspiración contra el protagonista o si está todo en la mente de este. Se juega con la duda, la misma con la que el director pretende introducir al espectador dentro de la película.

El desenlace de Fractura

NOTA: te recomendamos que si no has visto la película, lo hagas y después retomes el artículo en este punto.

Al final, todo es fruto de su imaginación. Había asesinado a su mujer y a su hija, pero él prefirió crear una realidad alternativa que no era verdad, de tal manera que se autoconvence de los hechos que acontecen e involucra al espectador en ellos. De este modo, sufre un brote psicótico y provoca un homicidio, algo que no quiere reconocer y genera alucinaciones de las que está convencido.

Según la psicóloga Cristina Blanco, un trastorno psicótico puede producir deterioro cognoscitivo e ideas delirantes, pudiendo crear una realidad paralela. Del mismo modo, el doctor Pedro Sánchez Escobedo, de la Universidad de Autónoma de Yucatán, certifica el realismo que puede suponer una reacción psicótica en la mente de una persona para llegar a distorsionarla.

Así queda reflejado en la película. Un gran thriller psicológico, tanto por la historia como por la propia interpretación de los personajes, al igual que por una fotografía muy cuidada, muy en sintonía con las emociones que podemos estar sintiendo en cada momento como espectadores.

Francisco Jimenez Criado