Por lo general, se piensa que dejar la mente en blanco significa «no pensar en nada». Pero, en realidad, ¿qué sucede en el cerebro en esos momentos? Un estudio lo explica.
Dejar la mente en blanco es una expresión que se utiliza mucho, pero que no es muy precisa. En principio, podríamos decir que se refiere al estado en el que una persona no piensa en algo en particular o varía entre una idea irrelevante y otra, sin detenerse en ninguna. También se vincula con situaciones en las que no aparece respuesta para una pregunta o no se identifica la siguiente acción a realizar.
Se trata de tener la atención muy dispersa o desenfocada. Al respecto, un grupo de científicos de la Universidad de California se dio a la tarea de averiguar lo que ocurre en el cerebro cuando una persona se encuentra en este estado.
El resultado de las pesquisas fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences . La investigación representa un avance significativo sobre el conocimiento del cerebro. Veamos de qué se trata.
«Una mente en calma y en blanco es como un lago tranquilo, que puede reflejar con claridad todo lo que está a su alrededor».
Dejar la mente en blanco, un estudio al respecto
El mencionado estudio sobre lo que sucede al «blanquear» la mente fue llevado a cabo por un equipo de nueve investigadores, encabezados por el doctor Mladen Sormaz, profesor del Departamento de Psicología, de la Universidad de York. El proyecto se dividió en dos experimentos.
En el primero, reclutaron a 145 participantes y se les pidió que realizaran una tarea de 12 minutos, la cual requería un esfuerzo mental intenso. Luego se separaron en tres grupos: uno que continuó trabajando en una tarea exigente, otro en el que los voluntarios hicieron un ejercicio de relajación y meditación y un tercero que se sentó en una habitación en silencio, sin hacer nada, durante 12 minutos.
En el segundo experimento, los especialistas reclutaron a otros 50 participantes. Después, les asignaron una tarea de 15 minutos que involucraba el procesamiento de información visual compleja. Lo siguiente fue clasificarlos en dos grupos: en uno continuaron trabajando en la tarea y en el otro se sentaron en una habitación en silencio y sin hacer nada durante 15 minutos
En ambas indagaciones, midieron la actividad cerebral de los participantes antes y después de las diferentes tareas, utilizando una técnica de imagenología cerebral llamada resonancia magnética funcional (RMf).
Las principales conclusiones
El principal hallazgo del experimento fue identificar que cuando la mente queda en blanco, hay un patrón de actividad cerebral conocido como Default Mode Network (DMN) o red neuronal por defecto.
El DMN es una red neuronal que opera cuando no estamos enfocados en ninguna tarea en particular. Se cree que está relacionado con procesos cognitivos como la introspección, la imaginación, la memoria y la consolidación de nuevos recuerdos, explica un artículo de Nature Reviews Neuroscience. A partir de lo anterior, se llegó a las siguientes conclusiones básicas:
- Las diferentes redes cerebrales que se activan durante el estado mental en reposo serían un indicador de la salud y la capacidad cognitiva del cerebro.
- El patrón de actividad cerebral en reposo predeciría el rendimiento mental futuro. En consecuencia, los estados mentales en reposo serían indicadores de la capacidad cognitiva.
- La actividad cerebral en reposo puede ser la base para la actividad mental dirigida hacia el futuro. Todo indica que el cerebro usa el «tiempo de inactividad», para planificar y prepararse de cara a futuras tareas y acciones.
Entonces, ¿es posible poner la mente en blanco?
En resumen, los investigadores descubrieron que las regiones cerebrales que procesan información sensorial, como la vista y el oído, están activas incluso cuando se deja la mente en blanco. Esto indica que el cerebro está de modo continuo analizando el entorno y procesando información, incluso, cuando no somos conscientes de ello.
El estudio podría ayudar a las personas a comprender que quedarse en blanco o los momentos de ocio, que parecen improductivos, no necesariamente son un desperdicio de tiempo, sino que pueden ser útiles para procesar información subconsciente y hacer conexiones entre diferentes pensamientos y experiencias.
Además, la exploración resalta la importancia de tomarse un tiempo para desconectar y permitir que la mente divague, lo que beneficiaría el bienestar mental y emocional.