Los jóvenes se emancipan más tarde que nunca y con los precios de la vivienda más altos de la historia

Puedes elegir: ser joven o emanciparte. Las dos cosas… chungo.

Los jóvenes solo pueden independizarse cuando dejan de ser jóvenes. La edad media de emancipación rebasa de largo los 30 años, según el último Observatorio de Emancipación publicado por el Consejo de la Juventud de España (CJE) con datos del segundo semestre de 2023.

Aunque la tasa de emancipación aumentó a finales de 2023, y eso es una buena noticia, la edad a la que los jóvenes logran salir de casa de sus padres es cada vez más tardía.

Concretamente, la tasa de emancipación subió al 17% en 2023, alcanzando su nivel más alto desde la primera mitad de 2020, recuperando terreno desde el bajón que dio como consecuencias de la crisis del COVI-19 (en 2022 estaba en el 15,6%). Aun así, todavía sigue 1,6 puntos por detrás de los niveles de 2019 y 8,9 puntos por debajo de los datos de emancipación que había en 2008.

Si la tasa de emancipación sube es porque hay más jóvenes pudiendo permitirse salir de casa de sus padres, y ahí tiene un papel importante la subida del salario mínimo. «La subida del salario mínimo interprofesional en 2023 afectó en gran medida a los sueldos que cobraban las personas jóvenes en España: subió un 4% interanual hasta los 12.609 euros netos», observa el informe. El problema es que la inflación se lo ha comido.

«Es cierto que mejora el porcentaje de emancipación entre las personas jóvenes, pero no podemos celebrar los resultados, ya que este crecimiento es proporcional al empeoramiento de las condiciones de emancipación», aclaran desde el CJE.

Básicamente porque, pese a la leve mejora, todavía hay un 83% de los jóvenes que no alcanzan a independizarse y, cuando lo hacen, «lo hacemos en peores condiciones y con los precios más elevados de la historia«, avisa el CJE.

La prueba está en el incremento en la edad media de emancipación, que a finales de 2023 alcanzó los 30,4 años: «es decir, que lo normal en España es emanciparse una vez se ha dejado de ser joven, mientras que en Europa la edad media era de 26,3 años». Además, la tasa de emancipación en España era 14,9 puntos más baja que la europea.

Los jóvenes se emancipan más tarde que nunca, con los precios de la vivienda más altos de la historia, y aún así más de la mitad lo hace de alquiler o compartiendo piso.

En 2007, la economía española vivía un pseudo apogeo. El paro tocó mínimos históricos, la ocupación alcanzó máximos al calor de la burbuja inmobiliaria. Entonces, la tasa de emancipación de los jóvenes estaba en máximos históricos: en el segundo trimestre de 2008, el 26% de los menores de 29 años podía independizarse.

Pero tan pronto como estalló la burbuja, la riqueza, y muchas empresas y empleos se fueron al garete. Hay mucho de lo perdido entonces que no ha vuelto a recuperarse, como la renta per cápita, o la libertad de los jóvenes para vivir por su cuenta.

Y el problema está, básicamente, en la brecha entre los salarios y el precio de la vivienda: mientras unos se han estancado, de la mano de jornadas parciales o contratos temporales; el precio de la vivienda no ha dejado de subir.

Desde 2008, año en que estalló la crisis del ladrillo en España, el salario mediano de una persona joven ha subido un 6,1%, mientras que el del alquiler lo ha hecho un 40,7%.

De hecho, aunque la subida del salario mínimo se haya traducido en un incremento del 4% del sueldo que cobran los jóvenes, la subida de precios de los últimos años se ha comido buena parte del avance, dejando la subida de poder adquisitivo real para las personas jóvenes en el 0,9%.

Mientras tanto, los alquileres alcanzaron en 2023 máximos históricos: la mediana para un piso estándar se situaba en 968 euros al mes, 88 euros más que un año antes. «El precio de los alquileres subía 2,5 veces más que los salarios de las personas jóvenes, mientras que el precio de los suministros subió incluso más, un 17,3%», destaca el informe.

Si el salario mediano de una persona joven era de 1.050 euros netos en 12 pagas a finales de 2023, ni siquiera con todo su sueldo podría permitirse alquilar una vivienda en solitario: al sumar el precio de los suministros, le faltarían 125,84 euros para poder pagarlos. «Todo esto sin tener en cuenta otros gastos como la comida, la ropa que necesite o el ocio», matizan desde el CJE.

Son precisamente 4 de las comunidades con mayor tasa de emancipación donde más dinero deben destinar los jóvenes al pago de la vivienda: Canarias, Catalunña, Comunidad de Madrid y baleares.

«Con estos datos no parece que deba resultarnos extraño que la tasa de riesgo de pobreza haya subido un punto con respecto a 2022, afectando a tres de cada 10 personas jóvenes en España», lamentan desde el CJE. Además, el 22,8 % de las personas jóvenes trabajadoras también se encontraban en riesgo de pobreza: es decir, que ni siquiera con un salario podían dejar de ser pobres.

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