Alguien te está manipulando cuando utiliza sobre ti una serie de medios y estrategias para su propio beneficio. Sin que seas consciente de ello.
La RAE lo define como la acción de intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros «con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares«.
Desde lo económico a lo laboral, la manipulación puede darse en muchos planos de la vida, incluyendo las relaciones.
La manipulación psicológica o emocional hace referencia a «intentar conseguir algo que le beneficia a la persona que manipula a través de métodos poco claros, distorsionando la realidad o explotando a la otra parte «, describe la psicóloga Rebeca Góme del Instituto Europeo de Psicología Positiva.
«Es como el control mental», perfila Ruchi Sinha. «El uso de tácticas emocionales y psicológicas para cambiar o alterar la percepción o el comportamiento de alguien de forma solapada, engañosa o incluso abusiva», añade la psicóloga y profesora especializado en negociación y liderazgo en Harvard Business Review.
Esto puede dar lugar «a patrones codependientes poco saludables, minimizar los sentimientos, dificultad para hacer cumplir los límites y problemas de confianza», advierte a Business Insider Janika Veasley, fundadora del Centro de Terapia Amavi.
¿Cómo se detecta a un manipulador emocional?
Las personas que tienden a la manipulación emocional suelen tener un estilo de comunicación agresivo y carecer de asertividad y empatía.
Desde el Instituto de Psicoterapias Avanzadas IPSIA defien los principales rasgos de las personas manipuladoras:
- Egocentrismo: no suelen pensar en lo que su víctima necesita, siente o desea. Anteponen sus intereses y necesidades a los de los demás.
- Ausencia de empatía: son incapaces de ponerse en lugar de los demás.
- Irresponsabilidad: huyen de las responsabilidades, no asumen las consecuencias de sus actos. Aunque lastimen a los demás, no sentirán remordimientos.
- Maquiavelismo: significa que son expertas en crear dinámicas que originan la intriga, la rivalidad y los celos.
- Facilidad para detectar las debilidades ajenas: son muy hábiles detectando las debilidades de los demás, para usarlas a su favor, aprovechándose de la sensibilidad emocional.
En muchas ocasiones se trata de personas con desórdenes y patologías como los trastornos de personalidad, matizan desde Área Humana Psicólogos. El maltratador tiende a tener dificultades como inseguridades, baja autoestima, insatisfacción personal, miedo al abandono, además de necesidades muy acusadas de atención, de cariño y afecto
¿Qué tácticas utilizan los manipuladores?
Usar las inseguridades en tu contra
Los manipuladores emocionales pueden utilizar tus inseguridades, defectos y miedos en tu contra para hundirte, apunta Veasley.
Por ejemplo, pueden sacar a relucirlas cuando ya te sientes deprimido o señalar tus defectos frente a los demás.
Dudar de ti mismo
¿Te suenan las frases: «Eso nunca sucedió» o «¡Dios mío, estás loco!»? Son claros ejemplos de gaslighting, una táctica de manipulación que puede hacerte cuestionar la realidad. «Es una forma que tiene un abusador de manipular a su víctima para que dude de su propia cordura o juicio«, dice Veasley.
«También puede manifestarse como conducta pasivo-agresiva, microagresiones o tratamiento silencioso (ignorándote y evitándote) cuyo objetivo es hacerte sentir culpable y sembrar la duda sobre tus habilidades para que hagas las cosas de otra manera», según Sinha.
Compararte con otras personas
Otro de los métodos utilizados es la comparación constante.
«El propósito de estas comparaciones es menospreciar las acciones de la víctima a partir de igualarla con las de otras persona», indican desde Psicología Online. Puede ser tu pareja, amigo o tu padre hablando constantemente de los puntos fuertes de los demás delante de ti. «Este enfoque sutil está diseñado para hacerte sentir inadecuado y empujarte a hacer las cosas a su manera«, revela Sinha.
Hacerte sentir culpable
La culpa es el gran arma de los manipuladores. A menudo buscan generar este sentimiento en la víctima sin que esta haya hecho ninguna acción dañina. O se aprovecha de eventos pasados en los que pudo equivocarse para traerlos al presente una y ora vez.
Un ejemplo podría ser que tu pareja te recuerde cuándo cancelaste planes en el pasado y te haga sentir culpable por cancelar planes actuales, lo que sirve para inculcar un sentido de obligación hacia esa persona.
«Lo más habitual es que se hagan pasar por personas desvalidas que necesitan ayuda, de forma que su víctima se sienta muy mal si no cede a sus deseos», comentan desde IPSIA.
Cómo librarse del chantaje emocional
Desgraciadamente la manipulación suele darse en las relaciones estrechas, en las que la persona te conoce bien. Como parejas, amistad o entre familiares. Las investigaciones muestran que es así porque las partes implicadas conocen las vulnerabilidades, deseos, necesidades y debilidades de la otra parte.
Trabajarla autoestima y la mejora emocional es un paso fundamental para librarse del chantaje emocional. Centrarte en tu objetivo en las conversaciones, sin dejarte enredar es otro de los consejos de los expertos.
«No entres al trapo. Ante la agresividad, ante las faltas de respeto, en este caso retira la atención, vete. Marca límites, hazte respetar«.