Necesidades emocionales en una relación de pareja

El amor no es suficiente para que una relación de pareja funcione. Para que la unión no se disuelva, es necesario cuidar y nutrir necesidades emocionales, como la seguridad, la complicidad o la suma de recursos.

Las necesidades emocionales en una relación de pareja toman forma de peticiones, demandas o solicitudes productivas cuando los dos entienden que lo que les aporta la relación es positivo. Factores como la complicidad, el afecto y el reconocimiento son lazos que fortalecen el vínculo cotidiano y, que como tal, es mejor no ignorar. Atender estas dimensiones no nos convierte en personas dependientes, sino en figuras que saben cuidar y promover los principios más saludables de un lazo afectivo.

Si hay algo que deberíamos tener presente es que toda relación afectiva no se sustenta solo con el amor. De hecho, no es suficiente con querer mucho al otro y que este nos quiera con locura. Las personas estamos en posición de crecer más y mejor cuando contamos con complementarios que son capaces de dar sentido a ese compromiso. Saber respetar, alcanzar acuerdos, cuidar o poder confiar en quien queremos edifica el tipo de amor más longevo y satisfactorio.

Es decisivo que sepamos reconocer y atender esas necesidades en materia de emociones que edificarán una relación sana y feliz. Lo analizamos a continuación.



“Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender”.

-Françoise Sagan-

7 necesidades emocionales en una relación de pareja

Hay diferentes tipos de necesidades emocionales en una relación de pareja. Son dimensiones que demandan atención y reciprocidad cuando iniciamos un vínculo afectivo. En caso de descuidarlas, ese proyecto afectivo no tendrá demasiado futuro. De este modo, estudios como los realizados en la Universidad de Friburgo y en la Universidad Estatal de Arizona nos señalan algo interesante al respecto.

Por un lado, cada uno de nosotros debemos ser responsables de nuestras propias necesidades emocionales. Ejemplo de ello es la autoestima, el querernos y validarnos a nosotros mismos como personas es esencial en todos los casos. Sin embargo, las llamadas necesidades emocionales interpersonales son aquellas que aparecen en nuestros vínculos con otras personas.

Es decir, si hay algo que esperamos de cualquier relación para que esta sea satisfactoria es afecto y reconocimiento. Por eso, es adecuado separar por un lado “lo que nos ofrecemos a nosotros mismos” de aquello que, como seres sociales, “damos y ofrecemos a los demás” para construir relaciones significativas.

Profundicemos por tanto en estas últimas.

1. Conexión, estoy en armonía contigo

Conexión no es adivinar pensamientos, anticipar necesidades y coincidir en todo. Conectar es sintonizar en valores, sueños y proyectos, es disfrutar de esa armonía en la que a veces pueden existir diferencias, pero esos matices resultan mutuamente enriquecedores.

Conexión es disfrutar compartiendo vida; sentirnos cerca, incluso estando lejos y percibiéndonos además cómplices de grandes y pequeños gestos.

2. Seguridad, confío en ti

Sentirse seguro al lado de alguien es una de las necesidades emocionales en una relación de pareja. Este será terreno fértil para compartir confidencias y sentimientos. Esta confianza también nos permitirá crecer, ya que en determinados momentos podremos sumar nuestros recursos a los del otro.

3. El cariño cotidiano que a todo le da sentido

El cariño es el afecto revestido de necesidad de cuidado, preocupación y amor auténtico. Se trata de procurar lo mejor para el otro, tratarlo con respeto en todo momento fomentando su felicidad, su bienestar, su realización personal…

4. Necesidades emocionales en una relación de pareja: la validación

¿A qué nos referimos exactamente con validación? ¿Por qué es una de las necesidades emocionales más decisivas? Desde la Universidad de Lovaina, los investigadores señalan en un estudio que las relaciones más satisfactorias presentan una adecuada interrelación emocional.

Dicho de manera sencilla, validar es reconocer las realidades emocionales del otro y actuar en consecuencia. Esto construye poco a poco esa interrelación emocional en la que dos personas se apoyan mutuamente, se conocen y responden a las necesidades del otro sin ignorarlas o tergiversarlas.

La validación emocional es la caricia que reconforta en una relación de pareja. Es reconocer en el otro sus emociones para nutrirlas, responder en armonía siendo de ayuda y un “estoy aquí para ti y respeto lo que sientes”.

5. Autonomía, la identidad se mantiene, pero compartimos un proyecto juntos

Entre las necesidades emocionales en una relación de pareja es decisivo que exista también la autonomía. Igual de importante es estar para el otro en todo momento como dejarle espacio, permitirle poder tener su lugar en el mundo para realizarse social y personalmente.

Dejar que nuestra pareja tenga sus amistades, sus proyectos de trabajo, sus instantes de ocio, etc., revierte de manera directa en la felicidad de los dos.

6. Somos la prioridad del otro

En una relación de pareja, la identidad, la autoestima y la dignidad individuales deben estar protegidas. Quizás haya ocasiones en las que tengamos que pelear por no diluirnos en el otro por completo, es cierto. Sin embargo, también necesitamos percibir algo muy básico: que somos prioridad para la persona que amamos.

Saber que formamos parte de sus planes y su proyecto de vida, que somos prioridad en su pensamiento nos confiere tranquilidad y seguridad.

7. Empatía, eres capaz de ver y comprender mi realidad personal

La empatía es el hilo de las relaciones felices, el sostén cotidiano en nuestros diálogos y en nuestros acuerdos. El asiento cotidiano en el que leer nuestros rostros y gestos para captar necesidades… y también felicidad.

La felicidad se contagia. No olvidemos que es una sensación, una parte que va a lo más primitivo de nuestro sentir (por mucho que pueda tener orígenes evolutivamente más contemporáneos en nuestro desarrollo biológico).

Sin esta dimensión, ningún vínculo afectivo llega a buen puerto; lo más probable es que nos hundamos a los pocos meses al sentir ese frío que llega con la desconexión emocional.

Para concluir, no dudemos en poner en práctica cada una de esas áreas. Atenderlas, darles forma y hacerlas presentes en nuestra relación hará que disfrutemos de ese vínculo durante mucho tiempo.

Valeria Sabater

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