Hay una inmobiliaria en España que le está dando muchas alegrías a quienes quieren alejarse de los precios prohibitivos de la vivienda, la pesadilla del encarecimiento del alquiler o el ritmo de vida ajetreado de las grandes ciudades. Ellos son Aldeas Abandonadas y tienen un completo catálogo para aquellas personas que buscan mudarse a vivir al campo o comprar una vivienda rural.
En España hay alrededor de 3.000 pueblos abandonados, y otros 2.000 con un solo habitante, gran parte de ellos en Galicia y Asturias, según datos recopilados por Público. Tambien hay 5.000 municipios en peligro de extinción, según los cálculos de FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), una cifra que se reduce a 3.400 según los cálculos del Banco de España.
La compañía se especializa en vender desde pueblos abandonados y aldeas vacías enteras a casonas, fincas, masías y pazos, todo ello por precios realmente económicos.
Para quienes busquen una ganga para reformar, en la web hay disponible una aldea completa en Galicia, llamada A Barca, que se cede totalmente gratis. Esta oferta se ubica en Cortegada (Ourense) y consta con 12 de viviendas, de las cuales 4 tienen bajo y una altura. En total, la finca cuenta con 15.000 metros cuadrados.
La inmobiliaria explica que se trata de una aldea de gran valor etnográfico, por donde discurría antaño el camino real a Castilla y cruzaban el río Miño barcas de personas y mercancías —de ahí su nombre—. Fue abandonado tras la construcción en los años cincuenta del embalse de Frieira, la inundación de los terrenos y la compra del pueblo por Unión Fenosa, a lo que se sumó el cambio en las ccomunicaciones.
La aldea pertenece al Concello, que quiere proponer su rehabilitación para crear un pueblo ambiental, una nueva explotación turística y de ocio. Cuenta con fuentes, puentes, y casas en piedra que podrían tener una nueva vida de acometerse una reforma integral en profundidad.
Por cero euros puede ser de quien la adquiera. Tal y como indican desde Aldeas Abandonadas, solamente se cobrarían los gastos de gestión.